Como decorar tu sala con los mejores adornos

En general, la sala es el ambiente más amplio y vivido de la casa. Pero, justamente por el tamaño y el uso que le damos, puede ser complicado decorarlo adecuadamente. Si la sala fuera un cuadro, los tonos y materiales de las paredes y el piso serían el marco. Y lo
completan los muebles, cortinas, tapizados, alfombras y adornos. Pero todo armoniosamente pensado y dispuesto. Nada librado al azar. Todos esos elementos conforman el interiorismo y están atravesados a su vez por otros. Las dimensiones del ambiente, la distribución de las cosas en él y su iluminación. Si logramos conjugar todo eso de una manera óptima alcanzaremos una decoración estéticamente equilibrada y agradable. Algo que no es sencillo, pero con algunos trucos y recomendaciones, tampoco imposible.
El uso de la sala
Antes de pensar en la decoración de la sala, debemos considerar como y para qué la usamos. En general, suele ser un ambiente de encuentro familiar y social, donde suceden las reuniones entre padres e hijos al final del día, y entre amigos en fechas y eventos puntuales. Pero también puede ser un lugar de relax y de lectura, o de entretenimiento, equipado con televisor, consola y equipo de sonido.
Del uso que le demos dependerá qué muebles, qué tonos y qué adornos le vamos a incorporar.
Cuantos sillones vamos a disponer.
Sí habrá una mesa grande o solo una ratona. Si va a haber alfombra central o no. Si la decoración para pared va a ser protagonista o simplemente pasará inadvertida.
El foco del ambiente
Una vez identificado el uso, tenemos la tarea de designar el foco del ambiente. El sitio
central en función del cual vamos a diseñar la decoración, puede ser el rack con el
televisor y demás dispositivos. Entonces, podemos disponer de adornos para sala
en sus estantes y repisas. O puede ser una estufa hogar, en torno a la cual
estableceremos mobiliario de reposo, asiento y descanso, o una imponente mesa, grande,
con ocho sillas.
Definido el foco del ambiente, le prestaremos especial atención, y lo tomaremos como
punto de partida para colocar y distribuir el resto de los elementos de la escena “sala”.
Será el eje de interés para las decoraciones que deseemos establecer allí.
El mobiliario para sentarse
Como dijimos, el uso determinará todo el resto. En función de ello vamos a elegir y disponer el mobiliario que debe estar presente en la sala. Si lo usamos como lugar de encuentro familiar y social, necesitaremos varios asientos. Un juego de sillones y una mesa con al menos seis sillas sería ideal. Pero podemos usarlo para relajarnos, leer y escuchar música.
En ese caso, no pueden faltar una pequeña mesa de apoyo, un cómodo sillón individual y una lámpara de pie que nos alumbre de cerca, pero nos brinde luz tenue. Y, y un cuadro en tonos pasteles como única decoración de pared.
Si en cambio, la sala es nuestro centro de entretenimiento, el mobiliario será completamente diferente. Contará con un rack para colocar los dispositivos electrónicos y un sillón de tres cuerpos para compartir y disfrutar contenido en la pantalla.
Los útiles muebles multifunción
Dijimos que las dimensiones del ambiente son un factor determinante para la decoración.
Si son amplias, no tenemos ningún problema más que invertir en llenarlo. Pero si la sala es pequeña, menos es más. La meta es resolver todas las necesidades con pocos elementos, y para ello existen los muebles multifunción. Grandes aliados como mesas con cajones para guardar cosas, pufs que sirven como mesita, asiento y apoya pies.
Los racks también cumplen más de una función. Sostienen el televisor y el equipo de sonido, pero también cuentan con cajones para guardar objetos, y estantes para ubicar adornos. Este tipo de mobiliario es fundamental en un ambiente reducido.
No sobre ocupar el ambiente
Si abusamos, la decoración puede transformarse en un obstáculo, tanto visual como físico. No es recomendable colmar la sala de muebles, lámparas, almohadones y adornos. Un ambiente sobrecargado no solo parecerá más chico de lo que realmente es, sino que puede resultar incómodo en el uso diario. Llenarlo nos puede impedir un tránsito cómodo por el espacio, y visualmente será agotador permanecer mucho tiempo en él.
Aprovechar las paredes
Las paredes son el marco de cualquier ambiente. Y, como tales, debemos aprovecharlas de la mejor manera posible. Tenemos un sinfín de alternativas en términos de decoración para pared de cuarto. Podemos destacar una pintándola de un color intenso o empapelándola, colgarles cuadros, espejos, lámparas y macetas, o instalarle repisas para apoyar adornos y libros. Pero no nos pasemos, una pared demasiado decorada generará un efecto contrario al que buscamos.
Incluir plantas en la decoración
Las plantas son vida y deben estar presentes en nuestra sala. Estéticamente, brindan color y frescura, pero cumplen funciones mucho más importantes. Oxigenan y purifican el ambiente, absorben gases, humo y polvo, reduciendo la polución. Su color y belleza repercuten positivamente en el estado de ánimo. Generan una sensación de armonía y bienestar en quienes las ven, sean habitantes o visitas.
También equilibran la temperatura. Atenúan el frío en invierno y el calor en verano.
Hidratan el entorno, aportando un 5% de hidratación extra para la piel. Muchas de ellas tienen propiedades medicinales y virtudes gastronómicas, como el Aloe Vera y el romero, respectivamente. Finalmente, y vinculado al tema del artículo, decoran. Adornan perfectamente nuestros muebles y rincones.
Una linda idea es ubicar una planta en el recibidor de la casa. Será lo primero que veamos y vean nuestros invitados al entrar. Otra opción es disponer una pequeña maceta en el descanso de la escalera o colgar una de la baranda. También podemos componer un rincón de la sala con un trío de plantas, ideal para nuestras decoraciones.
Otra buena sugerencia para romper con la frialdad de la tecnología es ubicar una planta sobre el rack, junto a la TV, o un conjunto armónico y pequeño de suculentas o cactus.